WASHINGTON, Estados Unidos.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció sus planes para modificar las leyes de asilo y dijo que los soldados enviados al límite con México podrán abrir fuego si son atacados con piedras desde las caravanas de migrantes que avanzan hacia la frontera sur.
El anuncio, en la Casa Blanca, es un nuevo intento del mandatario de mantener el tema de la inmigración al tope de la agenda de campaña mientras busca activar a las bases republicanas en la recta final hacia las elecciones legislativas del 6 de noviembre, en las que su partido buscará mantener el control del Congreso.
Trump anunció que internará en campos de detención en la frontera a los miembros de las caravanas de centroamericanos que lleguen a Estados Unidos y advirtió de que va a endurecer las condiciones para la solicitud de asilo. “Los militares están levantando enormes ciudades de carpas”, dijo en una conferencia de prensa. “Esto es una invasión”, manifestó.
Anunció también que envió a 5.200 militares en activo a la frontera con México, más del doble de los 2.000 que hay en Siria luchando contra el Estado Islámico y la mayor operación de estas características desde la Revolución Mexicana.
El martes afirmó que podría elevarlos a entre 10.000 y 15.000.
Argumenta que son necesarios para frenar las caravanas de migrantes centroamericanos que se dirigen hacia el país atravesando México. Ha construido un relato que presenta a los migrantes -en su mayoría, familias que huyen de la pobreza extrema y de la violencia política y de pandillas en sus países de origen, Honduras, Guatemala y México- como una horda de criminales y hasta yihadistas.
“Esperamos que no pase nada, pero estamos preparados”, proclamó, y aseguró que los militares tienen permiso para abrir fuego si los inmigrantes actúan como lo hicieron en la frontera entre Guatemala y México, donde hubo enfrentamientos con fuerzas de seguridad.
“No tenemos alternativa. Vamos a defender nuestra frontera”, manifestó. En la frontera había ya 2.100 miembros de la Guardia Nacional -voluntarios reservistas del Ejército- que envió en abril ante la llegada de otra caravana.
El mandatario dijo que los inmigrantes que entren ilegalmente en Estados Unidos no podrán ya presentar solicitudes de asilo. “Los retendremos”, manifestó. La petición de asilo solo se podrá hacer en los puertos de entrada. “Voy a tomar cualquier acción legal para afrontar esta crisis”, aseguró. (DPA)